En abril de 2019, un devastador incendio consumió la catedral de Notre Dame, de 860 años de antigüedad, en París, dañando gravemente su techo de madera y provocando el colapso de la aguja del siglo XIX, diseñada originalmente por Viollet-le-Duc. Inmediatamente después, el presidente francés Emmanuel Macron prometió que el icónico monumento sería restaurado en solo 5 años, un plazo ambicioso. A medida que la restauración de las estructuras del techo se acerca a su finalización, en febrero de 2023, se ha montado el andamiaje para la reconstrucción de la aguja. Se espera que la aguja esté terminada a finales de este mes.
Construida a partir de una estructura de madera cubierta con plomo, la aguja se incendió rápidamente durante el incidente de 2019. Su colapso puso en peligro seriamente la estabilidad de los arcos de piedra debajo, ya que las vigas carbonizadas y el metal fundido cayeron a través de las bóvedas góticas sobre la nave de la iglesia. Para aquellos que presenciaron el evento, la caída de la aguja fue una de las imágenes más memorables y devastadoras.
Las destrucciones causadas por el incendio llevaron a un debate internacional sobre el enfoque correcto para la restauración, con varias voces de la comunidad de arquitectura y diseño pidiendo una reimaginación creativa del monumento. Si bien inicialmente se lanzó un concurso para obtener nuevas ideas sobre la restauración, en mayo de 2019 las autoridades francesas decidieron que la catedral debía ser restaurada exactamente como era antes del incendio.
En consecuencia, la nueva aguja recreará el diseño del arquitecto francés Eugène Viollet-le-Duc, incluyendo la estructura de madera y el revestimiento de plomo. Su parte superior estará marcada por una cruz y un gallo de cobre, que se espera que sean visibles durante los Juegos Olímpicos de París. Según el New York Times, la cruz ha sido izada por encima de la cima de la aguja esta semana, y pronto le seguirá un nuevo gallo.
Al visitar el lugar de la construcción, el Sr. Macron anunció que se llevaría a cabo un concurso para reemplazar seis de las ventanas de vidrieras con otras más contemporáneas. Esta visita marcó la finalización de lo que los funcionarios han llamado la segunda fase de la reconstrucción, ya que la primera fase se centró principalmente en estabilizar la estructura de la catedral.
Ahora, los trabajadores están comenzando a desmontar el andamiaje interior de la nave y el coro, ya que el proyecto está en camino de reabrir al público el 8 de diciembre de 2024. Si bien los trabajos de restauración continuarán más allá de esta fecha, se ha avanzado significativamente. Las paredes interiores fueron limpiadas durante la segunda mitad de 2022 utilizando una nueva tecnología de aplicación de una pasta de látex en la piedra y retirándola unos días después, junto con la suciedad, el polvo y el hollín adheridos. Si bien la limpieza tuvo éxito en restaurar cuidadosamente la piedra a su coloración original clara, algunos críticos afirmaron que la técnica creó una imagen distorsionada del monumento de 850 años. El techo de Notre Dame, comúnmente conocido como La Forêt por su estructura de madera similar a un bosque, también ha sido sometido a extensas restauraciones, y se espera que se agreguen nuevas cubiertas al techo el próximo verano. Para reconstruir la estructura, se utilizaron 1,400 robles franceses. Artesanos capacitados en carpintería medieval, que trabajaron originalmente en el proyecto Guédelon, también fueron llamados al sitio para garantizar el uso adecuado de técnicas de construcción medievales.
Según la declaración de la ministra de Cultura Rima Abdul Malak, la catedral de Notre Dame está en camino de abrir al público en 2024, aunque algunos expertos afirman que el plazo es demasiado corto para los trabajos de restauración restantes. En junio de 2022, el diseñador de paisajes Bas Smets fue declarado ganador del concurso para rediseñar los alrededores de la catedral, incluyendo una reimaginación de los espacios de estacionamiento subterráneos debajo de la plaza principal y la cripta arqueológica ubicada detrás de la catedral.
